El Centro de Recuperación de Animales Silvestres, considerado uno de los hospitales de animales de referencia a nivel internacional, recibió el año pasado 6.700 pacientes.
El Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Madrid atendió 6.700 animales en 2022, lo que supone un 20 por ciento más que el año anterior, en el que se recogieron 5.550 ejemplares.
Esta cifra supone el mayor número de ingresos en un año desde que se creó el centro perteneciente a la Comunidad de Madrid y que gestiona Orthem Servicios y Actuaciones Ambientales.
El número de ingresos se ha incrementado debido al aumento de la concienciación ciudadana, que cada vez colabora más con el centro, así como al impacto de las variaciones climatológicas, principalmente las olas de calor, que cada vez son más frecuentes en la época estival y que afectan a las crías de todas las especies.
Y, por último, también se debe al impulso que se ha dado a los proyectos de conservación por parte del Área de Conservación de Flora y Fauna de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid.
Desde su puesta en marcha en 2010, el CRAS ha atendido casi 50.000 ingresos, ejemplares que reciben de todos los grupos taxonómicos, aunque las aves son las más frecuentes, seguidas de los mamíferos. Dentro de las aves, las rapaces suponen un 12 por ciento del total de los ejemplares recibidos, frente al 88 por ciento que supone el resto de familias de aves.
En funcionamiento los 365 días del año
El CRAS está considerado uno de los hospitales de animales de referencia a nivel internacional. Equipado con máquinas de rayos X, quirófano, respiradores, incubadoras y equipo quirúrgico, el centro abre los 365 días del año para tratar buitres, águilas, zorros, lobos, corzos, ciervos, cernícalos, vencejos y otras especies que llevan tanto ciudadanos como guardias civiles o agentes forestales y que una vez reciben el alta regresan a su medio natural.
Durante su permanencia en el centro se realiza un chequeo completo de los animales para detectar lesiones y síntomas, determinar la causa de su hospitalización y saber su procedencia, en qué circunstancias se ha encontrado y qué se sospecha que ha ocurrido.
Posteriormente, ingresan en una UCI donde reciben los tratamientos clínicos y los cuidados necesarios, a la espera de que completen su rehabilitación y puedan ser reintroducidos, cuando sus posibilidades de vida en el entorno natural así lo permitan.
Recuperación de la fauna autóctona
El objetivo del Centro de Recuperación de Animales Silvestres es la salvaguarda y recuperación de la fauna autóctona protegida mediante el cuidado, mantenimiento, recuperación y posterior devolución al medio natural de los ejemplares. Igualmente, se lleva a cabo una importante labor de protección de animales exóticos invasores que se han puesto en libertad indebidamente en el medio natural y que pueden resultar perjudiciales para los ecosistemas. Los más habituales en la región son los mapaches, las cotorras y los galápagos invasores, seguidos de visones americanos, gansos del Nilo o cerdos vietnamitas.
Otra de las labores que realizan los profesionales del centro es el seguimiento de aves. Muchas entradas se producen durante la época de cría, que coincide con el aumento de las temperaturas, lo que se traduce en pollos que se caen del nido sin saber volar o que saltan del mismo antes de tiempo por soportar mucho calor.
Así, en el periodo de mayo a septiembre es cuando más ejemplares se atienden, especialmente vencejos, gorriones y urracas. El CRAS también es el encargado de realizar el control y seguimiento de la cría en cautividad de aves de cetrería mediante extracciones de sangre para su control.
Los profesionales del CRAS también se ocupan de la toma de muestras de sangre en aves rapaces dedicadas a la cetrería y nacidas en cautividad requeridas por la Comunidad de Madrid. Además, se desarrolla la investigación forense veterinaria para intentar esclarecer las causas de muerte de fauna salvaje que pudiera incurrir en delito.
Otra de las labores importantes del centro es el diagnóstico forense de las causas de la muerte de aquellos ejemplares que ingresan muertos y el análisis de las muestras recibidas. Estas investigaciones son esenciales para el control epidemiológico de enfermedades de importancia sanitaria y económica.
Así, el CRAS constituye, junto a los laboratorios de diagnóstico de la Comunidad de Madrid, una red de alerta temprana para la detección de enfermedades en la fauna silvestre.